Un día, me pregunté cómo habían mujeres que aún están de acuerdo con el decálogo de la mujer perfecta de 1953 ( http://www.taringa.net/posts/humor/7926923/Decalogo-de-la-mujer-Perfecta.html ) o cómo a otras tantas, ya por las raíces culturales de su pueblo, por su religión o por su familia, se siguen sometiendo después de ser libres, a tales roles.
Entonces, me acordé del “Cuento del elefante encadenado” de Jorge Bucay.
(Enlace aquí: http://www.educarueca.org/spip.php?article591 ).
Así que pensé, ademas de por esto por ciertas experiencias personales que quizás la determinación era algo limitado, que intentabas un montón de veces, no solo un puñado, pero cuando pasabas un limite, una barrera, una experiencia lo suficientemente traumática o dolorosa para seguir intentando aquello que quieres, con lo que sueñas, tu propio objetivo; se desvanecían las fuerzas, que quizás lograr tu meta, conseguir aquello que quieres no siempre es posible, que hay situaciones que superan al hombre.
Es cierto, es la barrera mas difícil de saltar, con la que puedes chocarte, la que te rebasa y saca una distancia aparentemente inalcanzable, pero las apariencias engañan, si en un tiempo estuviste a punto, cerca de conseguirlo y caíste, aunque la altura fuera lo suficientemente grande como para replantearte el volver a intentarlo, quiere decir que no volverás a cometer el mismo error. El hombre es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra, sí vale, lo acepto, pero porque también es el único al que le gusta llamar la atención. Lo que quería decir, que si no me auto-compadecía, no dejaba que nadie se compadeciese y volvía a intentarlo, otra vez mas, y las que hiciesen falta, se podría conseguir, que lo único que significaba era, que cuanto más alto cayeses, quería decir que mas alto habías llegado.
Tarde o temprano conseguirás tu objetivo, sólo has de equiparte de determinación, valor y paciencia.